jueves, 19 de agosto de 2010

entre comillas "lavando el stress"


Articulo engavetado y alguna vez iba a ser publicado en www.estilomaracaibo.com


lunes, junio 19, 2006
“Lavando el Stress”

Por Manuel Gago
manuelgago@gmail.com

Son múltiples las razones por la cual las personas acuden a una lavandería automática:

No tiene lavadora en su casa
No hay agua en su casa
Le cortaron la luz

Entre otras múltiples razones, pero al contrario de lo que muchos creen ir a lavar la ropa sucia puede ser toda una experiencia, cada lavandería es un mundo como dicen por ahí, y es que ese cuarto lleno de maquinas se convierte en un microhábitat donde el más pila es el que agarra la lavadora de primero.

Acuden una diversa gama de personas, desde el estudiante universitario que mete toda la ropa junta sin importar el color, pasando por la señora que se la sabe todas y da consejos de salud, belleza y hasta de política, la parejita de recién casados que entre carga y carga se amapuchan y la muchacha de servicio que lee el horóscopo. Es un buen lugar para encontrar la media naranja pues siempre va alguna linda chica, con la cual se puede tener alguna conversación divertida y quién quita hasta una salida al cine.

Los encargados suelen ser señoras regordetas y dicharacheras que se conocen todos los brollos de los que van a la lavandería, siempre están pendientes de algún dato para un triple o la superfecta combinada del 5 y 6. Son los que deciden quien va primero aunque exista una lista de espera, pues siempre la amistad va por encima de todo. Para llevar la cuenta de lo consumido no existe nada escrito, un método muy particular, lo vi en una lavandería de la avenida delicias, donde la encargada colocaba latas de refrescos encima de las máquinas para llevar la cuenta

El ambiente es relajado pero hay días que todo se congestiona, la gente desesperada, unos se colean y otros no quieren pagar porque alegan haber lavado menos, alguna señora con rollos en la cabeza se altera porque le falta una camisa, y un chamo se arrecha porque no se dio cuenta que la persona anterior había dejado una prenda roja y ahora so franela blanca nuevecita luce un rosado pálido que definitivamente jamás usará para salir.

Y es en ese momento cuando uno queda hipnotizado y no le importa el bullicio de la personas y contempla como la ropa da vueltas y vueltas, y ese efecto parece que se lleva las preocupaciones aunque sea por lo que dure ese ciclo de secado, y provoca una paz que te desconecta totalmente y es por eso que uno va a la lavandería más que a lavar los trapos sucios, también se lava el Stress.

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